EL CEREBELO: SINDROME CEREBELOSO, LESIONES, SINTOMAS Y SECUELAS.
“El cerebelo participa de manera activa en el aprendizaje de actividades que requieren de destreza motriz y coordinación” (Pinel, 2007, p.34)
Comenzaremos explicando un poco sobre donde se encuentra y sus
funciones…
En la parte inferior del cerebro, donde comienza la médula
espinal, se encuentra el cerebelo situado en la parte posterior del encéfalo
por encima del tronco cerebral y por debajo de los lóbulos occipitales. Esta
estructura cerebral controla primordialmente la coordinación motora del cuerpo,
permite que el cuerpo se mueva y realice movimientos con precisión y facilidad.
A través de los pedúnculos cerebelosos se conecta con el tronco
cerebral. Sus funciones son:
a) Regulación del equilibrio y del tono muscular.
b) Control y ajuste de la actividad motora voluntaria,
interviniendo en la planificación
y corrección de los
movimientos durante su realización.
c) Regulación de aprendizajes por condicionamiento motor.
También inhibe o facilita
los movimientos voluntarios. El cerebelo participa de manera activa en el
aprendizaje de actividades que requieren de destreza motriz y coordinación, por
ejemplo: practicar algún deporte, tocar algún instrumento musical o aprender
alguna habilidad, como lanzar pelotas en el aire sin dejarlas caer. Es una
estructura que, evolutivamente, fue de las primeras en desarrollarse a diferencia
de la corteza cerebral y lóbulo prefrontal, que son estructuras relativamente
nuevas en el ser humano. En ella, se encuentran algunas de las funciones más
complejas, como el juicio, el concepto de moral, la personalidad o el
razonamiento deductivo e inductivo.
Tal vez la base para comprender las funciones cognitivas del
cerebelo no se encuentre en que el cerebelo contiene funciones, sino que pone
en relación la intención con la acción en los planos cognitivo, emocional y
conductual.
El cerebelo se comporta como un centro de procesamiento de
información que llega a través de conexiones bidireccionales desde regiones
encargadas de la atención, la percepción visuoespacial, la memoria y de la
regulación de funciones ejecutivas y emocionales.
La extensa conexión entre córtex y cerebelo sobre todo en regiones
prefrontales dorsolaterales, avala su papel en relación con el mantenimiento de
la memoria de trabajo, la resolución de problemas y las funciones ejecutivas.
Los estudios teóricos
proponen que el cerebelo, a través de sus vías aferentes y eferentes, con el
resto del cerebro lleva a cabo una función global capaz de influir en la
conducta motora, en las funciones cognitivas y en la emoción. Un fallo en esta
función global provocaría los déficits conductuales observados en los pacientes
con lesiones en el cerebelo el síndrome cerebeloso cognitivo afectivo (SCCA) se
caracteriza por la presencia de déficit cognitivo asociado a deficiencias
neuropsicológicas visoespaciales o ejecutivas, trastornos del lenguaje
expresivo y trastornos afectivos en pacientes con lesiones cerebelosas. que afectan tanto al desarrollo de conductas motoras y
otras áreas del funcionamiento intelectual.
“El daño cerebeloso adquiere múltiples dimensiones: física, cognitiva, emocional y sociofamiliar” (Pinel, 2007, p.33)
Un amplio número de patologías hereditarias o no
hereditarias como los traumatismos o enfermedades, que afectan al cerebelo
pueden comprometer su funcionamiento adecuado y eficiente; por ejemplo, los
ictus o accidentes cerebrovasculares, infartos cerebelosos, tumores o
malformaciones genéticas, esclerosis múltiple, traumatismo craneoencefálico, sobreexposición
a ciertas toxinas como la ingesta crónica de alcohol, ciertos medicamentos,
metales pesados, monóxido de carbono, etc.
Las manifestaciones fundamentales del déficit
cerebeloso son:
Hipotonía: Pérdida del tono muscular normal.
Ataxia: Pérdida de control del movimiento voluntario.
Discronometría: retraso en el comienzo y el final de los
movimientos voluntarios.
Deterioro cognitivo: Se puede experimentar problemas en el
aprendizaje, la memoria y concentración.
Distonía: Contracción involuntaria de los músculos que trabajan en
cooperación, es decir, que tengamos una posición inusual de esa parte de
nuestro cuerpo.
Temblores: Contracción involuntaria de los músculos como,
temblores en las manos, piernas, cara, cabeza o cuerdas vocales.
Vértigo: Las personas que tienen este padecimiento presentan
mareos, sienten que su cabeza da vueltas, o que su cuerpo se balancea o se
inclina. Esto se asocia en muchos casos a problemas de equilibrio.
Trastornos psicológicos: Los investigadores sugieren que una
disfunción del cerebelo también puede provocar trastornos de ansiedad, autismo,
dislexia o esquizofrenia
Disatría cerebelosa: Alteración del habla, sin acentuar palabras,
lenta, entrecortada, con separación entre sílabas.
Alteraciones en la escritura: Está hecha de letras de gran tamaño
de dimensión desigual y con trazos exagerados.
Frente a estos déficits existe una rama de la psicología que
estudia la forma de conocerlos, evaluarlos y tratarlos adecuadamente: La Neuropsicología.
Con el paso del tiempo, gracias a esta y otras disciplinas, han surgido
programas de rehabilitación para personas con daño cerebral adquirido centrados
en la recuperación o compensación de sus dificultades cognitivas, la
rehabilitación cognitiva ha demostrado eficacia en muchos aspectos, pero hay
otros puntos que han quedado algo más ignorados cuando se trata de atender a
personas con DCA.
“El cerebelo también almacena las memorias relacionadas con las habilidades y hábitos” (Mitterer, 2016, p.71)
El objetivo de la psicoterapia es precisamente mejorar la calidad
de vida de las personas a través del alivio de sufrimiento emocional, en las
formas en que se manifieste: depresión, ansiedad, preocupaciones insoportables
sobre uno o más aspectos de su vida, etc. A través de un adecuado procedimiento
psicoterapéutico, conseguiremos mejorar el bienestar y el ánimo de la persona
con daño cerebral adquirido, lo cual no sólo contribuirá a su satisfacción y la
de sus seres queridos, sino que también incrementará su motivación durante el
proceso de rehabilitación cognitiva, aunque en muchos
casos no existe cura, con un buen tratamiento y fisioterapia se logrará el
propósito y estos deberán adecuarse a
cada uno en particular, para que la vida del paciente pueda mejorar
considerablemente
Además, cabe considerar que el daño cerebral también llega a
producir cambios de personalidad, los cuales pueden ser muy variados, por
ejemplo, un cambio hacia una personalidad prácticamente opuesta a la que tenía,
dicha persona podría volverse grosera o incluso agresiva. Si este cambio es
altamente incapacitante, la psicoterapia también resulta eficaz, pues le da las
herramientas adecuadas, no para cambiar o revertir su personalidad el objetivo
de la psicoterapia no es ni pretende ser el de cambiar la identidad de una
persona, sino aumentar su capacidad de autocontrol y comportarse de una manera
menos limitadora para sí misma y su entorno.
REFERENCIAS:
Coon.
D., Mitterer. J. (2016). Introducción a la Psicología: el acceso a la mente
y la conducta. (13ª ed) Cengage Learning Editores, S.A. de C.V.
Pinel,
J. (2007). Biopsicología. Pearson Educación, S.A.
Portellano,
J (2005). Introducción a la Neuropsicología. (1ra. Ed) McGRAW-HILL
azsalud. 2023. Cerebelo humano:
anatomía, partes y funciones. https://azsstatic.com/905/conversions/cerebelo-humano-social.jpg
Neuron. 10 de marzo 2022. Ataxia
Cerebelosa Terapia intensiva- Caso clínico. https://neuronrehab.es/blog/wp-content/uploads/2022/03/blog-ed.png
Fisiohogar. 29 de mayo 2021. Características
y tratamiento de las lesiones del cerebelo. https://www.fisiohogar.com/wp-content/uploads/2021/05/Fotolia_45156048_XS-346x330.jpg
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